Cuántas veces hemos escuchado de periodistas deportivos: 

"Los equipos del entrenador X son equipos muy trabajados."Tal equipo es muy sólido, juega con las líneas muy juntas" La idea de un equipo donde sus miembros se entienden, son solidarios y reman en la misma dirección es el Santo Grial en el deporte, en la empresa y en la vida.

Formamos equipos y nos ponemos en acción para trabajar lo mejor posible. Tenemos recursos, formación y conocemos los objetivos. Y entonces, ¿porqué cuesta tanto?

Porque antes que profesionales somos personas, y lo que realmente nos acabará convirtiendo en equipos extraordinarios, serán las emociones que pondremos en juego mientras trabajamos para lograr estos objetivos.

Visión compartida, ilusión, confianza, honestidad, y sentimiento de pertenencia. Estas emociones son las que nos darán energía, vitalidad y capacidad para trabajar y superar todas las dificultades que surjan en el camino y llegar hasta el final.