El satélite perdido

30.11.2020

Sabemos fehacientemente que el error humano puede considerarse el principal factor causal de los errores y accidentes en las empresas.

Sin embargo, como podemos comprobar a menudo, la sensación general es que las personas toman decisiones y actúan sin equivocarse jamás. Todo lo que no ha salido bien ha sido por culpa de los demás o de la mala suerte.

Y a veces suceden auténticos desastres, pero nadie tiene el genuino convencimiento interno de que se ha equivocado. Preferimos dar por buena la película que hemos creado y culpar a las circunstancias externas que son las que invariablemente traicionan nuestro plan.

El neurólogo Antonio Damasio explica: "Lo que nos ha llevado a la supervivencia, que es la sensación de autoconfianza y control, así como la capacidad de actuar en un escenario mental imaginado, imprescindibles para acometer proyectos, nos lleva también a una visión egocéntrica del mundo y de la vida que nos hace sentir infalibles, pero que a su vez nos hace vivir en el autoengaño"

Por lo que podemos afirmar con toda seguridad que hay un "agujero negro" en nuestra forma de actuar, y que a veces nuestras intenciones y pensamientos juegan una partida en un tablero y nuestros hechos en otro.

¿Lo habéis pensado alguna vez?