
Toma de decisiones
¿Pero como es posible? ¿Es que no lo han pensado antes?
Ante un emprendimiento ajeno fallido, o un negocio que cierra rápidamente,¿Quién no ha tenido alguna vez este pensamiento casi automático?
La mayoría de nosotros somos siempre bastante optimistas principalmente en lo que se refiere a la percepción de nuestro propio talento.
Otro tanto sucede en nuestras empresas, que a pesar de idear estrategias infalibles que nos llevan a escenarios de éxito, a menudo pasamos por alto la posibilidad de errores y cálculos equivocados y emprendemos iniciativas que no cumplirán los objetivos o que no darán los resultados esperados.
Y a veces suceden auténticos desastres.
Me permito traer a la memoria un ejemplo futbolístico demoledor, ocurrido en la pasada Champions League (Barcelona 2-Bayern 8), de lo que supone que la imagen, el discurso y la estrategia vayan por un camino y los egos, la actitud y las capacidades reales por otro.Una visión externa que nos ayude a poner al optimismo en su sitio y a ser más racionales, sería muy útil en los procesos de toma de decisiones.
