
Empieza por ti mismo
En una ocasión asistí como consultor a la reunión anual de una compañía.
Y justo al acabar la presentación de unos brillantes planes de futuro, nos enteramos de que el Director de Operaciones había presentado la dimisión al no poder soportar ni un día más su mala relación con el Director General.
También se comentaba que aquella misma mañana alguien de administración se había enfrentado duramente y en público a un comercial.
La guerra de egos entre el departamento comercial y el financiero había llegado a los soldados. Y lo que es peor; a los clientes.
Esa es la gran contradicción. Somos inteligentes, poseemos cultura y formación, y sin embargo somos capaces de echarlo todo por la borda comportándonos a veces de forma incontrolable.Según Daniel Goleman: "Nos contratan por nuestras capacidades técnicas y nos despiden por nuestras capacidades emocionales"
Es decir que las competencias que más pesan en nuestra forma de gestionar son las que tienen que ver con nosotros como persona; cómo somos por dentro, cómo nos comportamos y proyectamos hacia afuera, cómo nos condicionan nuestros modelos mentales y nuestros sistemas de creencias, en definitiva, nuestra personalidad.
¿Creéis que nuestra forma de ser influye en nuestro desempeño?
